NacionalesOpinión

Panorama semanal: Pandemia, crisis y deuda

La imagen positiva del presidente saltó del 42% que obtenía en el momento de su primer mes de mandato al 60% que posee actualmente.

Sin embargo, al momento de evaluar la forma en que el gobierno encaró la pandemia, su apoyo creció a un 75%.

La gente consultada por algunas encuestadoras visualizan en el presidente su vocación por unir, por el consenso, la apertura y el diálogo.

Brasil, nuestro vecino ha tenido 62 fallecidos por cada millón de habitantes. Nosotros, solamente 7,5. Esto demuestra que además de que ellos han hecho las cosas muy mal, en la Argentina se está trabajando bien. Y la gente lo advierte.

Pero la alarma sonó en la última semana: Los contagios comenzaron a dispararse. Venían en un promedio diario de cien y ahora superan los 300.

Por ese motivo, el Gobierno analiza volver a endurecer la cuarentena que ya lleva 60 días y, ahora flexibilizada, finaliza el próximo 24 de mayo. Muchos en el Ejecutivo murmuran “solo fue un recreo, hay que encerrarse nuevamente porque lo peor está llegando”.

La buena imagen de Alberto Fernández se ve hoy acompañada por un sector del PRO, entre los que están claramente el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.

Este último aseguró que las políticas sanitarias del Gobierno nacional “salvaron entre 2.500 y 3.000 vidas” de la pandemia de coronavirus y consideró que “quienes se sienten incómodos con la posición de apoyar las medidas oficiales deben ir al psicólogo”.

Pero hay otro grupo integrado por Patricia Bullrich, quien se ha convertido en la vocera de Mauricio Macri para ejercer las críticas contra el actual gobierno. Allí también aparecen Miguel Pichetto, Alfonso Prat Gay y el presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo.

Este último, ex gobernador de la provincia de Mendoza se mostró muy enfadado porque un hombre del PRO, como el jefe de gobierno de Buenos Aires acompañe en algunos discursos al primer mandatario, realice conferencias de prensa con él y mantenga un diálogo fluido con el gobierno.

 “No tiene ninguna necesidad de golpear a la oposición con Horacio Rodríguez Larreta al lado. Es una actitud muy desleal, divisionista, que intenta hacer lo mismo que en los periodos que gobernó el kirchnerismo”, dijo.

“Han tenido mala fe en las declaraciones sobre que les dejaron el sistema sanitario destruido”, dijo la nueva vocera de Mauricio Macri, Patricia Bullrich.

La ex funcionaria expresó acerca de la relación con el gobierno: “No somos parte de eso, tenemos una responsabilidad social con una gran parte de la comunidad que ve en nosotros el control y no generar un monopolio del gobierno.  Si el objetivo es destruir nuestra fuerza, vamos a ser duros”.

Está claro entonces que conviven actualmente en el partido de Macri divisiones importantes.

El presidente de la Nación intentó sumar un poco más de leña al fuego y criticó al anterior gobierno porque sus funcionarios “se vanagloriaban de decir que no habían habilitado hospitales”.

“Es muy loco lo que nos pasa. Después que hicieron eso vienen a explicarnos cómo se arregla esto. No quiero hablar del pasado pero me obligan a hacerlo”, sostuvo Fernández, y siguió: “Ellos destruyeron la economía sin un virus de por medio”.

“Yo respeto, pero por favor dejen de confundir a la gente”, se quejó el mandatario nacional quien pidió “salir del falso dilema entre economía y salud”.

El diario británico The Guardian resaltó el “éxito” de las medidas adoptadas por el presidente Alberto Fernández para contener la curva de contagios del nuevo coronavirus Covid-19.

En un artículo, lo compara con la administración de Jair Bolsonaro, a quien atribuye “una actitud despectiva” que derivó en “un devastador brote de coronavirus”.

El medio británico recuerda también que el mandatario brasileño había calificado a Fernández y a su vicepresidenta, como “bandidos de izquierda”.

Es más, en estos días el extravagante presidente del Brasil fue consultado por un periodista acerca de las notorias diferencias entre los resultados de su país y los del nuestro en la lucha por la pandemia.

Bolsonaro respondió enojado: “No me vengan con esas comparaciones, me hablan de un país que se encamina al socialismo”, finalizó cortante.

En el plano económico la Casa Rosada intenta evitar el default, mientras que la economía local cruje. Hay paliativos, pero no alcanzan. Los efectos en los bolsillos argentinos son devastadores.

La inflación sólo marcó el 1,5%, pero claro, con 2 meses de encierro y recesión. Nada que festejar.

La negociación con los acreedores externos tiene un final abierto, pero una fecha concreta: 22 de mayo.

“Esto es lo que creemos que la Argentina puede pagar de aquí en adelante. No somos irresponsables que nos vamos a comprometer a pagar lo que no podemos cumplir”, dijo el mandatario argentino.

En tiempo de descuento los economistas recomiendan cambios sobre las condiciones relacionadas con una suba de intereses o un acortamiento del período de gracia para evitar que el país caiga en el noveno default de su historia.

El gobierno adelantó que tiene listos para enviar al Congreso, una vez que pase la pandemia, el proyecto de reforma judicial, el que crea el Consejo Económico Social y el que legaliza el aborto.

Volverá entonces la política, pero ahora es tiempo de recuperar la salud.

Fuente: Territorio Político