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La Semana: es difícil imponer otra agenda

Tal vez no sea el momento. Es posible que existan otras prioridades. Pero casi siempre, cuando se piensa en si ésta será la oportunidad, las cosas suelen no hacerse.

El presidente, Alberto Fernández, lanzó desde Casa de Gobierno una reforma judicial en medio de la pandemia y de la mega crisis económica.

Obviamente, la “oposición” se “opone”, incluso antes de conocer la reforma y, con ello, la grieta se profundiza.

El presidente creó una comisión de “notables” para estudiar si se deben ampliar los miembros de la Corte Suprema de Justicia.

Los contagios por coronavirus parecen no buscar ya un pico, sino que se han instalado en una larga meseta que ronda los 6 mil casos diarios. El sistema de salud viene soportando.

La cuarentena se mantiene similar a la de los últimos tiempos. No se flexibiliza demasiado ni se cierran actividades. Ahora se extiende hasta el 16 de agosto.

 La “nueva normalidad” poco a poco se impone con rígidas normas de seguridad que la población debe acatar.

Sin embargo, el presidente, Alberto Fernández, no está muy conforme con el devenir de la cuarentena: El primer mandatario no descartó que haya que endurecerla debido a la alta cantidad de casos de coronavirus, especialmente en el AMBA. “Veo con mucha preocupación la situación”, dijo.

“Me parece que tenemos que ponernos un poco firmes porque no está funcionando esto”, advirtió y aseguró que “lo que no podemos hacer es dejar que el problema avance”.

“Es muy posible que la curva vuelva a subir y tiene que ver con la gente en las calles, con la gente encontrándose, con la gente comiendo un asado”, agregó.

Sin embargo, el tema de la semana fue, como ya lo expresamos y, sin lugar a dudas, el anuncio del presidente sobre la reforma judicial.

En la Casa Rosada, Alberto Fernández describió a la Justicia en tiempos de Mauricio Macri: “El principio de inocencia y de defensa en juicio fueron repetidamente vulnerados”.

Los siguientes son los párrafos más destacados sobre el discurso realizado por el primer mandatario:

“Busco hacer la república que todos reclaman, pero algunos humillan”

“El sistema judicial debe apegarse a las normas y abstraerse de cualquier influencia que quiera torcer la imposición de justicia.”

“El poder de la justicia debe estar en manos de personas dignas que no sean permeables a ningún tipo de presión.”

“Hemos visto cómo el influjo del poder político, y también de otros poderes, fue operando sobre la decisión de algunos jueces.”

“Los últimos cuatro años estuvieron signados por medidas que afectaron las reglas de imparcialidad que deben gobernar la acción judicial en un Estado de Derecho.”

“Se hizo uso de doctrinas que fueron utilizadas para convertir al encarcelamiento preventivo en un sistema de penas anticipadas. De esa manera, el principio de inocencia y de defensa en juicio fueron repetidamente vulnerados.”

“La ley debe imponerse en forma igualitaria con prescindencia de quien ejerce el poder y quien resulta opositor.”

“Busco hacer la República que todos declaman, pero que algunos humillaron.”

“Lo que estamos proponiendo hoy no es otra cosa que consolidar una Justicia independiente, regida por las mayores normas de transparencia y que desarrolle los procesos con celeridad y eficiencia.”

“Ninguna sociedad avanza sin un servicio de justicia que solo responda a la necesidad de imponer la ley allí donde se ha quebrantado.”

“Estoy seguro de que no es hora de imponer decisiones: es hora de que esas decisiones seamos capaces de construirlas en conjunto.”

En otro orden de cosas, existe en el gobierno un plan pospandemia. No se trata de un plan económico sino de un paquete de medidas para volver a generar movimiento económico.

Mientras ello ocurre, el estado se hace presente apoyando a los que no tienen ingresos y a las empresas privadas con mermas en su facturación. Para ellas, el Ejecutivo abona la mitad de los sueldos de los empleados y puso en circulación créditos blandos. También lanzó una generosa moratoria impositiva.

¿La oposición? Poco y nada. El ex presidente Mauricio Macri se fue con su mujer y su hija a Francia, donde permanecerá 14 días y luego seguirá viaje hacia Suiza.

Esto ocurre en medio que la justicia procesó a varios de sus ex colaboradores, entre ellos al ex ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne en la causa conocida como “peajes”. También avanza rápidamente la sospecha de espionaje ilegal durante el gobierno macrista.

Pero al ex presidente, poco parece importarle la cuarentena, los infectados, los muertos y la situación judicial. “Macri hace lo que quiere”, dicen desde su entorno. Y, agregan: “es un caprichoso”.

Por otro lado, agosto es un mes definitivo para la negociación con los acreedores externos. Hay alta tensión de un lado y del otro. Ya se ingresa en tiempo de descuento.

De esta forma y, al no haber resolución con la deuda se ingresa en una crisis de confianza, que se suma a la crisis de contagios y a la crisis económica.

Ojalá, que, como suelen decir los psicólogos, “las crisis sirven para crecer”.

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