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“Hagan lío”

“Hagan lío”: el emblemático y emocionante discurso del papa Francisco ante una multitud de jóvenes que fue marca registrada de su pontificado

En 2013, un acto cargado de emoción, el sumo pontífice se dirigió a miles de personas reunidas en Río de Janeiro, invitándolas a un desafío que marcaría un antes y un después en su mandato papal

PorFrancisco González Tomadin

El 25 de julio de 2013, el Papa Francisco ofreció un discurso memorable en la Catedral Metropolitana de San Sebastián, en Río de Janeiro, durante su visita a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Este evento no solo marcó una de las primeras intervenciones de Francisco frente a la juventud mundial, sino que además se convirtió en un hito por una de sus frases más emblemáticas y significativas: “¡Hagan lío!”.

Esta frase, pronunciada con una profunda convicción, resonó fuertemente en todos los presentes, así como en los medios de comunicación y en los fieles de todo el mundo.

Su mensaje no sólo fue una invitación a la juventud para que no se quedaran callados, sino también una exhortación a que la Iglesia dejara de ser una institución centrada solo en lo cómodo y lo institucional, para ser un organismo vivo, dinámico y comprometido con la sociedad.Durante la Jornada Mundial deDurante la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco lanzó un llamado a la acción con su icónica frase hagan lío

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Este discurso de Francisco fue una crítica a lo que él percibía como un estancamiento dentro de las estructuras eclesiásticas, el “clericalismo”, la comodidad y la mundanidad que a veces afectaban a las instituciones religiosas.

La insistencia en que “la Iglesia tiene que salir a la calle” reflejaba la necesidad de renovación y revitalización de la Iglesia, de salir de sus muros y volverse una presencia activa en la vida cotidiana de la sociedad.

“La Iglesia no puede ser una ONG”, repetía el Papa con firmeza, apuntando a que las parroquias y colegios debían tener un compromiso mayor.

Además, criticó el culto al dinero que, según él, había llevado a una “civilización mundial” a un punto de exclusión de los más vulnerables: los ancianos y los jóvenes.

A esos dos grupos, a los cuales consideraba las “puntas” de la vida humana, les pidió que no se dejaran excluir, sino que lucharan por sus derechos y por una sociedad más justa.

La Jornada Mundial de la Juventud de 2013 fue la primera presidida por el Papa Francisco, quien había sido elegido como Papa solo unos meses antes, el 13 de marzo de ese mismo año.

Durante esa jornada, más de 3,5 millones de jóvenes se reunieron en diversos eventos en Río de Janeiro, en lo que sería uno de los momentos más trascendentales de su pontificado, un contacto directo con la juventud que sería recordado durante años.Frente a una multitud deFrente a una multitud de jóvenes, el Papa Francisco subrayó la necesidad de una Iglesia activa y comprometida con los valores cristianos

El discurso completo del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud de 2013:

Gracias, gracias, por estar hoy aquí, por haber venido. Gracias a los que están adentro y muchas gracias a los que están afuera, a los 30 mil me dicen que hay afuera. Desde acá los saludo, están bajo la lluvia.

Gracias por el gesto de acercarse, gracias por haber venido a la Jornada de la Juventud, yo le sugerí al doctor Gasbarri que es el que maneja, que organiza el viaje, si hubiera un lugarcito para encontrarme con ustedes. Y en medio día tenía arreglado todo, así que quiero agradecer públicamente también al doctor Gasbparri, esto que ha logrado hoy.

Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro va a haber lío va a haber, que acá en Río va a haber lío va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, sino salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!

Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno después le arma lío a ustedes, pero es el consejo. Gracias por lo que puedan hacer.

Miren, yo pienso que en este momento esta civilización mundial se pasó de ‘rosca’, se pasó de ‘rosca’, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos.

Exclusión de los ancianos, por supuesto, porque uno podría pensar que podría haber una especie de eutanasia escondida, es decir, no se cuida a los ancianos, pero también está una eutanasia cultural.

No se los deja hablar, no se los deja actuar. Exclusión de los jóvenes, el porcentaje que hay de jóvenes sin trabajo y sin empleo es muy alto y es una generación que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo, o sea, esta civilización nos ha llevado a excluir dos puntas que son el futuro nuestro.

Entonces los jóvenes tienen que salir, tienen que hacerse valer, los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, a luchar por esos valores, y los viejos abran la boca, los ancianos abran la boca y enséñennos, transmítannos la sabiduría de los pueblos.

En el pueblo argentino, yo se los pido de corazón a los ancianos, no claudiquen de ser la reserva cultural de nuestro pueblo, que transmite la justicia, que transmite la historia, que trasmite los valores, que transmite la memoria de pueblo. Y ustedes, por favor, no se metan contra los viejos, déjenlos hablar, escúchenlos y lleven adelante.

Pero sepan, sepan que en este momento ustedes, los jóvenes y los ancianos están condenados al mismo destino: exclusión. No se dejen excluir, ¿está claro? Por eso creo que tienen que trabajar.

Y la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros, es un escándalo, y que haya muerto en la cruz, es un escándalo, el escándalo de la cruz. La cruz sigue siendo escándalo, pero es el único camino seguro, el de la cruz, el de Jesús, la encarnación de Jesús.

Por favor, ¡no licúen la fe en Jesucristo!, hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana, pero, por favor, ¡no tomen licuado de fe!

¡La fe es entera, no se licúa, es la fe en Jesús!, es la fe en el hijo de Dios hecho hombre que me amó y murió por mí.

Entonces hagan lío, cuiden los extremos del pueblo que son los ancianos y los jóvenes, no se dejen excluir y que no excluyan a los ancianos, segundo, y no licúen la fe en Jesucristo.

Las bienaventuranzas. ¿Qué tenemos que hacer padre?, Mira lee las bienaventuranzas que te van a venir bien y si querés saber qué cosa práctica tienes que hacer, lee Mateo 25 que es el protocolo con el cual nos van a juzgar.

Con esas dos cosas tienen el programa de acción: las bienaventuranzas y Mateo 25 no necesitan leer otra cosa, se los pido de corazón.

Bueno, les agradezco ya esta cercanía. Me da pena que estén enjaulados. Pero les digo una cosa, yo por momentos siento qué feo que es estar enjaulado, se los confieso de corazón.

Los comprendo y me hubiera gustado estar más cerca de ustedes, pero comprendo que por razón de orden no se puede. Gracias por acercarse, gracias por rezar por mí.

Se los pido de corazón, necesito, necesito de la oración de ustedes, necesito mucho. Gracias por eso.

Les voy a dar la bendición y después vamos a bendecir la imagen de la Virgen que va a recorrer toda la república y la cruz de San Francisco que van a recorrer misioneramente.

Pero no se olviden: hagan lío, cuiden los dos extremos de la vida, los dos extremos de la historia de los pueblos que son los ancianos y los jóvenes, y no licúen la fe.

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