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En la Cordillera de los Andes hay 450 proyectos mineros

Aunque con realidades muy diversas, las provincias de San Juan y Mendoza tienen por delante la oportunidad de fortalecer su participación y desarrollarse como región proveedora de algunos de los minerales más demandados por los mercados internacionales.

Argentina precisa aumentar el volumen de exportaciones y estabilizar la política macroeconómica como una meta más que necesaria para los próximos años.

Para fomentar el arribo de los ansiados dólares que precisa el país y enfrentar un ajustado contexto económico, la dirigencia nacional -sin distinción alguna- necesitará dar apertura a las grandes actividades productivas y generar consensos internos que acaparen el interés inversor y brinden seguridad en la garantía de esas inversiones.

Sin lugar a dudas que estimular la entrada de capitales no será una tarea fácil, pero el correlato nacional e internacional abre una nueva ventana al país para desarrollar una serie de proyectos que poseen parámetros económicos y financieros muy atractivos si se los compara con otros de escalas similares a nivel mundial.

Para que esto suceda, sin embargo, se precisarán nuevas estrategias que aseguren la proyección a largo plazo y el mantenimiento de las reglas, a la par de hacer frente a la actual coyuntura con todos los recursos que se encuentran disponibles y bajo parámetros sociales y ambientales equilibrados entre todos los actores intervinientes.

La transición hacia una economía global baja en carbono abre paso al desarrollo de aquellos minerales necesarios para fomentar la electromovilidad y las industrias limpias, un sector estratégico que le podrá deparar al país un protagonismo más que resonante para las próximas décadas.

Dado que los sistemas energéticos de bajas emisiones son más intensivos en el uso de minerales que sus contrapartes a base de combustibles fósiles, este cambio de paradigma brindará una gran oportunidad para el sector minero, especialmente en el rubro del cobre sobre el que Wood Mackenzie proyecta un crecimiento de la demanda de un 250% para 2030; mientras que contribuirá a la aceleración de otros segmentos estratégicos como el litio, cuya demanda se triplicará al 2025.

Recientemente, el oro rompió una nueva barrera en su valor. Mark Bristow, CEO de Barrick, la gigante canadiense dejó en claro que continuarán apostando por Veladero y están invirtiendo US$34 millones con el objetivo de ampliar la vida útil de la mina y apuntar a nuevos targets de exploración, considerando incluso una potencial unidad entre Lama y el principal centro minero de la provincia de San Juan.

Nos encontramos frente a un escenario donde el plano nacional y el internacional confluyen de forma muy cercana y particular: en el ámbito nacional urge el desarrollo de grandes actividades productivas, el mundo precisa más minerales, y las mineras deberán poner en producción nuevos centros mineros y frenar un potencial faltante de nuevos proyectos a medida que se agotan los recursos de clase mundial en áreas de bajo riesgo actualmente en explotación.

En la Región de la Cordillera de los Andes, el país, el país cuenta con más de 450 proyectos identificados:

 

  • 40 de ellos se encuentran en exploración avanzada,
  • 20 en instancias de prefactibilidad y factibilidad,
  • 5 en construcción, y
  • 12 en operación.

 

Y en lo que a Cuyo respecta, la importancia de la minería es tal que, impulsada por la actividad, San Juan se consolidó como una de las provincias con mayor crecimiento de la última década, y desde la puesta en producción de la mina Veladero en 2005, hasta 2016, el PIB provincial creció un 145% mientras que a escala nacional promedió sólo el 72%.

En contraposición, Mendoza es otra de las regiones prolíficas para el desarrollo minero, pero desde la sanción de la ley 7722 en junio de 2007, el desincentivo por la actividad generó un detrimento acentuado en su economía al punto de que hoy, más de diez años después y en medio de la crisis económica, el potencial minero de regiones como Malargüe ha vuelto a despertar interés en el territorio mientras que se instaló en toda la provincia el debate sobre la reactivación de la industria.

El proyecto cuprífero Cerro Amarillo, Potasio Río Colorado y Hierro Indio fueron los tres casos más renombrados desde 2018 a la fecha, aunque este último registró el mayor grado de avance y es el que se encuentra mejor perfilado para su desarrollo.

Fuente: De Nuestra Redacciòn

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