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“El país necesita generar un shock de demanda de gas”

Para usufructuar en toda su magnitud el gas de Vaca Muerta, Juan José Aranguren considera clave sortear la elevada estacionalidad del consumo local a partir de nuevos contratos de exportación con Chile e inversiones en infraestructura de transporte.

La Argentina aún no supo aprovechar adecuadamente las ventajas que le aportó la naturaleza para generar energía. Así lo cree Juan José Aranguren, quien lamentó que un país con recursos prácticamente ilimitados hoy esté importando energía. “Contamos con hidrocarburos convencionales y no convencionales, alta radiación solar y vientos de calidad, pero hasta ahora hemos fallado en su puesta en valor”, aseguró el exministro de Energía y Minería de la Nación.

Las riquezas de Vaca Muerta, afirmó, ofrecen la oportunidad de cambiar esta situación. “La explotación a gran escala del gas no convencional de la formación nos posibilita diversificar y mejorar la confiabilidad de nuestra matriz energética”, puntualizó durante su presentación en la última reunión de la ‘Comunidad de Líderes Energéticos’ del Comité Argentino del Consejo Mundial de la Energía (CACME).

 Por el poco apego a un consumo eficiente, advirtió, el mercado argentino padece una elevada brecha en la demanda. “En el verano, nuestro consumo se sitúa en unos 100 millones de metros cúbicos (m³) por día, mientras que durante el invierno ese volumen puede llegar a los 160 ó 170 millones de m³ diarios”, comparó el exCEO de Shell Argentina y titular de la consultora Energy Concilium.

Dada esta realidad, explicó, resulta fundamental propiciar un shock de demanda. “La idea es exportar el excedente de la temporada estival y satisfacer los requerimientos invernales. Para eso podríamos valernos del mercado de Chile, cliente al que le fallamos en el pasado, por lo que debemos recuperar su confianza”, sostuvo.

Otro necesario paso a dar, acotó, es facilitar el transporte del fluido sobrante a un puerto para exportarlo como gas natural licuado (LNG). “Me refiero a inversiones de entre u$s 7.000 y 8.000 millones que implican dar algún nivel de garantía para los inversores”, recalcó.

A largo plazo

Más allá de la volatilidad política y económica de un año signado por las elecciones presidenciales, Aranguren destacó la necesidad de trazar objetivos a largo plazo en el ámbito energético. “Hay que transitar un camino que nos asegure la disponibilidad de energía sin impactar de manera relevante en el medio ambiente”, manifestó.

Es evidente, reflexionó, que todas las sociedades son responsables de generar las condiciones apropiadas para combatir la pobreza, proteger el planeta y garantizar el progreso económico general, tal como lo proponen los 17 Objetivos de Desarrollo Económico (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Hay uno en particular, el séptimo, que tiene que ver con la provisión de energía asequible, confiable y no contaminante”, resaltó.

En ese sentido, indicó que hoy un 13% de la población humana todavía carece de acceso a la electricidad. “Y un 41% todavía sigue cocinando en base a leña, carbón, querosene o biomasa”, agregó.

Expansión nuclear

Consultado acerca de la expansión de la capacidad nucleoeléctrica a nivel local, Aranguren anticipó que lo más probable es que se construya una sola central nuclear en el predio de Atucha I y II con tecnología china. “Los contratos están por firmarse y la inversión involucrada (que incluye facilidades financieras importantes) es del orden de los u$s 8.000 millones”, precisó.

Aranguren // “En el verano, el consumo gasífero de la Argentina se sitúa en unos 100 millones de m³ por día, mientras que durante el invierno ese volumen puede llegar a los 160 ó 170 millones de m³ diarios”

A su entender, la Argentina hoy no dispone de fondos para dedicarlos a esta clase de megaproyectos. “Su concreción sería imposible sin una financiación atractiva y un préstamo del mismo proveedor de la tecnología que recién empezará a repagarse cuando la central está en funcionamiento”, señaló.

Salvo en el plano nuclear o en el caso de una inversión hidroeléctrica binacional, opinó, lo más recomendable es que la financiación provenga de actores privados. “Cuando hay competencia y no hay relaciones de ‘uno a uno’, es más fácil encontrar economías de costo. En las relaciones de ‘uno a uno’, por más de que la financiación sea buena, no hay seguridad de hacer un uso eficiente de los recursos económicos”, completó.

Fuente: https://www.revistapetroquimica.com/el-pais-necesita-generar-un-shock-de-demanda-de-gas/

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