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Apuran el pago del bono de $ 5 mil para personal de salud

Todavía sin una voz que unifique sus demandas ni alineados detrás de una organización común que los represente, el personal de la salud levanta de a poco la guardia para visibilizar sus condiciones laborales en tiempos de pandemia. Hoy, en una suerte de jornada nacional de lucha, se activarán protestas en 14 de las 24 provincias del país con un rosario de reclamos que va desde lo salarial hasta el rechazo a la persecución judicial por hacerlos responsables de los contagios de coronavirus .

En el Gobierno, al tanto de la escalada del descontento entre los profesionales que están en la primera línea de combate contra el virus, agilizan para tener listo esta semana el desembolso de un bono de $5000 para unos 430.000 empleados de la salud. El presidente Alberto Fernández explicó que el retraso en su efectivización se debió a una falla burocrática. El pago se hará en los próximos días, aseguraron a LA NACION fuentes oficiales y sindicales al tanto de la negociación.

El incentivo económico apunta a bajar el nivel de ausentismo en los hospitales públicos y privados, en los que las bajas se acentuaron desde que la pandemia avanza con más fuerza en el país. También sirve como un estímulo adicional mientras la mayoría de las paritarias, entre ellas la de los gremios estatales, están virtualmente paralizadas por la crisis. En la misma línea fue la medida de ayer, divulgada en el Boletín Oficial, que exime transitoriamente del pago del impuesto a las Ganancias las horas extras, guardias y adicionales del personal de salud, fuerzas de seguridad, y otras actividades relacionadas con la emergencia sanitaria por el Covid-19.

La protesta de hoy es impulsada por los estatales de ATE, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa) y otras organizaciones provinciales vinculadas a la CTA Autónoma. También participarán agrupaciones independientes, en las que confluyen muchos monotributistas afectados por la caída en la facturación de sus servicios y quienes se manifestaron hace dos semanas en el Obelisco.

Reclamo de salarios dignos en el Obelisco

Aunque con demandas similares, se mantendrán esta vez al margen el gremio de la Sanidad y la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA), ambos enrolados en la CGT y, en algunos casos, con mayor poder de representación en las negociaciones que sus pares ceteístas. Disputas internas por la representación que aún no se zanjaron.

“Nos movilizamos para denunciar precarización laboral, exigir una paritaria nacional para los trabajadores de la salud, que se les mejore la situación a los autónomos y para rechazar las denuncias judiciales contra el personal de la salud por propagar el virus”, argumentó Jorge Yabkowski, el secretario general de la Fesprosa

El dirigente gremial advirtió sobre la brecha salarial en las provincias y dijo que el sueldo básico por una misma tarea puede triplicarse según la jurisdicción. “En Corrientes puede cobrar $20.000 mientras que en Tierra del Fuego, $60.000”, precisó. Y dijo que la situación sanitaria más crítica se vive en Chubut, con faltante de médicos y una inminente huelga por el retraso en el pago de sueldos de la gestión del gobernador Mariano Arcioni.

Una manifestación de médicos, en Córdoba

En Santa Fe, por ejemplo, Sandra Maiorana, referente de AMRA, reconoció que hay personal que trabaja en negro y dijo que negocian con la gestión de Omar Perotti para que sean regularizados en el corto plazo. También garantizó el pago completo del medio aguinaldo, el mes próximo.

La protesta de hoy tendrá diferentes puntos de concentración. Habrá movilizaciones a las sedes gubernamentales en Santa Fe, Tucumán, Catamarca y Chubut, pero también habrá reclamos en los hospitales. En la provincia de Buenos Aires se prevé un acto en San Justo, mientras que en la Capital Federal se darán a conocer las demandas en la sede del Policlínico de los Docentes, donde por el incumplimiento de los protocolos de aislamiento se detectaron contagios y se aíslo un piso, según fuentes gremiales.

Por: Nicolás Balinotti

Fuente: La Nación