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Aparece un nuevo actor político que puede ser determinante para las próximas elecciones

Expertos advierten sobre un cambio en la dinámica de los votantes; los comicios bonaerenses revelaron un escenario de tercios

Federico González del Solar

El presidente  Javier Milei
El presidente Javier MileiGustavo Garello – AP

La ilusión del Gobierno de establecer un dominio absoluto sobre el tablero político quedó desdibujada desde las pasadas elecciones bonaerenses. Más allá de haber sufrido una derrota contundente a manos de Fuerza Patria, en la escena resurgió un actor silencioso, que quedó eclipsado en el último balotaje y ahora desafía la idea de la polarización. Los especialistas consultados por LA NACION traen a este nuevo grupo a la superficie: son aquellos votantes que le dieron la espalda a las figuras de La Libertad Avanza, pero también se resisten a votar al peronismo y prefieren quedarse en su casa u optar por el voto en blanco.

Una forma de cuantificar a este electorado que tercia en la discusión es comparar la abstención y el voto en blanco de las pasadas elecciones con los de los comicios bonaerenses de 2021; la diferencia arroja un aumento de más de dos millones y medio de votos. Esa es la magnitud del fenómeno solo en la provincia de Buenos Aires.

Sobre este grupo de electores tirarán su medio mundo el peronismo, La Libertad Avanza y también las terceras fuerzas en formación.

Hay un electorado móvil, que vota con el ánimo de momento y no pretende tener coherencia; eso fue lo que se reveló el otro día en la provincia de Buenos Aires”, identifica el sociólogo e investigador del Conicet Marcos Novaro.

“Es un tercio del electorado que no se polariza, o lo hace en circunstancias muy específicas: o porque está muy enojado con [Javier] Milei o porque está muy enojado con el peronismo”, sigue. “Eso ahora juega en contra de Milei”, agrega.

Es similar la lectura del analista y consultor Sergio Berensztein. “El votante de Milei del balotaje ahora no votó por los candidatos de La Libertad Avanza, el famoso ñoño republicano le dio la espalda”, afirma, en alusión al electorado que supo seducir la unión entre el radicalismo, Pro y la Coalición Cívica, primero con Cambiemos y luego con la alianza de Juntos por el Cambio.

Para Berenztein lo del pasado 7 de septiembre no fue una catástrofe electoral para el Gobierno, que sigue en etapa de construcción
Para Berenztein lo del pasado 7 de septiembre no fue una catástrofe electoral para el Gobierno, que sigue en etapa de construcciónArchivo

“Esa fuerza concentraba parte de su apoyo en el segmento más alto de la franja etaria, que no está obligada a votar”, añade, ofreciendo una explicación sobre el crecimiento del ausentismo.

Los expertos señalan la existencia de un electorado huérfano, que no está plenamente convencido de una cosa ni de la otra. En esa línea, los trabajos postelectorales de Trespuntozero, la consultora que dirige Shila Vilker, enseñan un desafío para el Gobierno porque detectan que una porción de esos votantes aprueba la gestión nacional, pero optó por replegarse y no votar en las últimas elecciones. Son aquellos que adhieren de forma crítica, dice Vilker.

“Los desilusionados ya se fueron, una parte muy minoritaria fue al peronismo; estos otros acompañan, pero no se movilizaron, son adherentes blandos, sin ganas de ir a votar y difíciles de mover”, describe.

La distancia que separó a Fuerza Patria de LLA en los comicios bonaerenses –cerca de 14 puntos– se explica, según Vilker, en el hecho de que tanto el rechazo como el descontento funcionan mucho mejor como estímulo electoral que ese acompañamiento blando. “El voto opositor se movió en su totalidad”, advierte.

El espejismo de la polarización

En 2023, el entonces ministro de Economía, Sergio Massa, estuvo a poco más de 800.000 votos de liquidar la contienda en primera vuelta y convertirse en presidente. Enfrentó a Javier Milei en el segundo turno y sufrió en el balotaje una derrota aplastante, por más de 11 puntos.

Los especialistas coinciden en que esa contienda todavía emite imágenes distorsionadas respecto a los apoyos de una y otra fuerza y sospechan que la composición del escenario electoral, en realidad, no ha variado en demasía respecto a las generales de 2023, donde quedó bosquejado un escenario de tercios.

“¿Uno puede realmente considerar que alguien se identifica plenamente con un líder político en un contexto binario?”, se pregunta Berensztein. “El electorado no está tan polarizado; en realidad, nunca lo estuvo”, añade Novaro.

El “riesgo kuka” fue uno de los lemas del Gobierno para confrontar con el kirchnerismo y mantener viva la idea del tercero excluido. Pero con los mercados probando la consistencia del esquema cambiario y las investigaciones en la Justicia federal sobre presuntos casos de corrupción, esa consigna parece haber perdido brillo.

Un obstáculo adicional para el Gobierno es el surgimiento de las terceras fuerzas, con propuestas todavía difusas, pero que ensancharán el menú electoral de octubre.

Milei eligió subir al ring al exgobernador de Córdoba
Milei eligió subir al ring al exgobernador de CórdobaCaptura

En sus últimas apariciones públicas, el presidente Javier Milei convirtió en blanco de críticas a Juan Schiaretti, referente de Provincias Unidas, el flamante frente electoral con el que los gobernadores buscarán terciar en octubre.

“No hay opción intermedia entre el superávit y el déficit”, advirtió un Milei de saco y corbata, el miércoles de la semana pasada, en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que se celebró en Paraguay.

Este redireccionamiento en la crítica y la absorción parcial de Pro por parte de LLA ofrecen una oportunidad para estas expresiones. Pero los expertos consultados coinciden en que es un fenómeno en formación, todavía dispar: cada provincia tendrá una “góndola” distinta, dice Vilker.

Es probable que, en los casos en donde esté involucrado directamente el gobernador, los resultados por provincia sean buenos, señalan. Puede ser el caso de Maximiliano Pullaro en Santa Fe o de Ignacio Torres en Chubut.

Los gobernadores Claudio Vidal (Santa Cruz), Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy)
Los gobernadores Claudio Vidal (Santa Cruz), Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy)

Pero hay dudas respecto de si esas posibles victorias podrán nacionalizarse. “Por ahora, es un fenómeno del interior, y tampoco es siempre mayoritario, como ocurre en las provincias del norte, pueden hacer buenas elecciones, aunque sin arrasar”, define Berensztein.

Con todo, el politólogo considera que si las elecciones de octubre presentan un escenario de tercios, similar al que ofreció la provincia de Buenos Aires, no serán necesariamente malas noticias para el oficialismo.

Las elecciones serán buenas para el Gobierno, dice, si logra sacar 4 o 5 puntos más de los 30 que obtuvo en las generales de 2023, el barómetro con el que elige medir la escena.

“Si se toma el votante de primera vuelta, curiosamente, en las últimas elecciones bonaerenses le fue bastante bien. El Gobierno resistió un montón con el ajuste que llevó adelante. Que esto siga siendo una disputa de tercios es bastante milagroso”, sostiene.

Berensztein le adjudica por lo menos dos errores al Gobierno. Uno es de diagnóstico, por haber presentado la elección como un plebiscito y prometer que la provincia se pintaría de violeta. “Mejor mantener las expectativas acotadas. Quizás, basados en los éxitos del primer año –dice, en relación a la baja inflacionaria y las victorias en el Congreso– pensaron que lo que era transitorio era permanente”.

El otro error, por extensión, fue haber “humillado” a Pro. “Eso se aceleró a partir de la victoria en CABA. Si vos ves que humillan a los candidatos por los que apostaste por mucho tiempo, porque al final Juntos por el Cambio, con diferentes nombres, tiene 10 años, ¿los vas a ir a votar?”.

Novaro le augura una mala elección al oficialismo
Novaro le augura una mala elección al oficialismoMARIANA ARAUJO

Novaro es más duro en su proyección. Cree que el Gobierno perderá las elecciones, en parte, por haberse confundido con el resultado de la ciudad de Buenos Aires.

“Fue mortal para ellos, el Gobierno interpretó que se sacó de encima a quienes los obstaculizaban [por Pro], pero desde mayo la economía dejó de acompañar, el Congreso se rebeló y los gobernadores también, con Provincias Unidas”.

Considera que para el Gobierno será todo un reto traspasar el tercio, pero advierte: “El peronismo tampoco va a crecer mucho; le va a costar mucho superar el 35%”.

“Así como existió el gobierno de Milei no va a existir más, la discusión es si podrá darse cuenta a tiempo, si tiene la capacidad de abrir el gabinete, o va a morir con las botas puestas”, añade.

Por Federico González del Solar

Fuente: La Nación