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Luego del revés con la minería, ahora el gobierno de Mendoza se focaliza en el petróleo

Mendoza se ha fijado la meta de licitar al menos seis áreas petroleras, de un total de una docena en carpeta, en el primer semestre de 2020. Se trata de terrenos de menor extensión de la acostumbrada, lo que permite que la inversión sea inferior, los plazos de exploración y prospección más acotados, y la recuperación de lo invertido más rápida.

Es que con la minería fuera del esquema, el gobierno debe buscar otras alternativas para generar empleo y dinamizar la economía de Mendoza. Cabe recordar que entre 2013 y 2018, la economía provincial se redujo un 3,6%, principalmente de la mano de una retracción de la industria manufacturera, que cayó un 24,2% en esos cinco años (y representa el 14% del Producto Bruto Geográfico). También tuvieron importantes bajas la producción agropecuaria (-14,4%) y el rubro comercio, restaurantes y hoteles (-10,2%).

Dentro de la industria, la refinación de petróleo registró un descenso de 10% entre 2013 y 2018. Aún más, de enero a setiembre de 2019, las tres principales petroleras en la provincia presentaron una caída de 8% en la producción de crudo y acumulan 12 meses consecutivos de descenso.

La clave para poder frenar esta reducción, para el gobierno provincial, es licitar nuevos pozos. Pero como la producción no convencional está subsidiada desde hace casi una década, la tradicional ha ido perdiendo inversiones.

De ahí que se haya optado por algunas explotaciones no convencionales -con la regulación del fracking- y también porque las futuras licitaciones sean por un plazo de explotación más reducido, las áreas de menor extensión de terreno y los  plazos para las etapas previas a la producción más acotados.

Con este nuevo esquema, el gobierno provincial se ha fijado una “mínima” de licitar seis áreas petroleras antes de que termine el primer semestre. Esto, con la labor asociada de ProMendoza, que ya no sólo promoverá la exportación de productos sino que funcionará como una agencia en búsqueda de inversiones foráneas en sectores que se consideran claves: hidrocarburos, energías renovables e hidroeléctricas.

La falta de empleo en Mendoza es un problema que recrudecido en los últimos doce meses.  Según datos del Indec, la desocupación en la provincia llega al 8,6% en el tercer trimestre de 2019, lo que significa un incremento de 2,2 puntos por encima del mismo período de 2018. Esto implica que hay 42 mil mendocinos que buscan trabajo sin encontrarlo (13.300 personas más que en 2018).

Por lo que se buscan otras alternativas, así desde el Ministerio de Economía mencionan la puesta en marcha de  Portezuelo del Viento como un dinamizador de la mano de obra, para lo cual ya se ofrecen capacitaciones.

Facundo Biffi, jefe de Gabinete del Ministerio de Economía y Energía, explicó que en el presupuesto que se comienza a tratar en comisiones hoy,  están incluidas las líneas de trabajo con agricultura, ganadería, industria, comercio y que, a diferencia de estos sectores, la minería no requería acompañamiento del Estado. El financiamiento para los primeros apunta a ayudarlos a dar un salto en la competitividad y que, en el mediano plazo, ya no dependan del apoyo estatal.

Biffi mencionó también la industria basada en el conocimiento, con una importante demanda de mano de obra y un salario promedio por encima de la media. En este sentido, se está pensando en generar nuevos polos TIC en las diversas zonas de la provincia.

El funcionario indicó que se está abordando los distintos componentes de la matriz productiva existente, pero sin abandonar la intención de ampliarla. Y añadió que, por más que algunas experiencias no hayan funcionado en otros lugares, no quiere decir que no puedan funcionar en Mendoza. Aclaró que esto no sólo se refiere a la minería, sino también al banco provincial. Según explicó el ministro de Economía el banco no necesariamente tiene que ser público, pero debe canaliza la mayor parte de los ahorros.

Fuente: De nuestra redacción

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