10 años sin Nisman
Reconstrucción: Certezas y misterios sobre la muerte del fiscal Nisman, a 10 años de la trágica madrugada
Texto de Candela Ini
Diez años después, la muerte del fiscal Alberto Nisman sigue rodeada de rarezas e interrogantes. El fiscal Eduardo Taiano y el juez Julián Ercolini, con el respaldo de la Cámara Federal, consideraron acreditado que Nisman fue asesinado. Pero la hora exacta de la muerte, la trayectoria de la bala y la presencia o no de terceros en el departamento del fiscal son al menos tres de los múltiples puntos que generaron hipótesis contrapuestas acerca de qué ocurrió con el hombre que llevaba adelante la investigación del caso AMIA y que había denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner. En las vísperas del décimo aniversario de la muerte del fiscal, sin haber dado con pruebas concluyentes sobre los presuntos autores materiales ni intelectuales de lo que considera que fue un homicidio, la justicia federal busca agotar la instrucción de la causa y se apresta, con un nuevo impulso, a investigar, en un expediente paralelo, las irregularidades ocurridas en torno a la escena de la muerte. Los investigadores sostienen que ese camino puede llevarlos, incluso, a los asesinos que buscan.
EL DEPARTAMENTO
Las pruebas que halló la investigación y los puntos ciegos






Cuando llegó Sara Garfunkel (madre del fiscal) todas las luces del departamento estaban apagadas, al igual que los aires acondicionados. Las cortinas estaban corridas. El televisor se encendía y apagaba como si estuviera en modo automático. La luz del baño estaba prendida.
La puerta principal. Estaba cerrada por dentro con una traba. El diario estaba en la entrada del departamento.
La puerta de servicio. Según el testimonio del cerrajero que la abrió, tenía la llave colocada (apoyada) “con un pequeño giro de un milímetro trabándola, lo que posibilitó que fácilmente se pudiera proceder a la apertura”.
Al lado de la puerta de servicio, hay otra, de metal, que da a un espacio con piso enrejado donde estaban los aires acondicionados, que se comunica con el departamento lindante. La fiscalía sostuvo que no fue registrada la noche del hallazgo del cuerpo debido a la “deficiente labor” del procedimiento. Su hipótesis es que por allí podrían haber salido los asesinos.
La computadora. El peritaje informático dirigido por Gendarmería Nacional determinó que en la mañana del domingo 18 la computadora de Nisman estuvo encendida. Según ese informe, no estuvo hackeada y se utilizó para navegar desde las 7.01 de la mañana por varios sitios de internet. De acuerdo con el peritaje de Gendarmería, a esa hora Nisman ya estaba muerto.
La mesa. Sobre su mesa de trabajo había papeles, expedientes y siete resaltadores.
Las huellas
En el departamento de Nisman, la División Rastros de la PFA encontró huellas dactilares de 35 personas y las únicas que pudieron ser identificadas son del jefe de servicio Horacio Nicolás Aranda, que fue uno de los encargados del procedimiento. La fiscalía advirtió que el levantamiento de rastros fue “como mínimo, deficiente” y que “se llevó a cabo a partir de las 5.10 horas del 19 de enero de 2015, cuando ya habían circulado por el departamento un exagerado número de personas”.

Un espía en el edificio
La fiscalía informó que acreditó la presencia de, al menos, un agente de la Agencia Federal de Inteligencia en el complejo Le Parc durante la madrugada del 19 de enero de 2015, desde donde se reportó a sus superiores. El agente “sorteó controles al ingreso, se ubicó en la planta baja del complejo y conversó con personal policial interviniente en el procedimiento”, consignó.
Por las irregularidades del operativo, el fiscal Taiano imputó a autoridades de las fuerzas que intervinieron y a exfuncionarios kirchneristas.

El baño




Nisman fue hallado en posición decúbito dorsal, paralelo a la bañera y con la cabeza apoyada en la pared y puerta del baño. La pistola fue encontrada por debajo de su omóplato izquierdo.
La alfombra. Según el informe de Gendarmería, la posición de la alfombra de baño es demostrativa de la presencia de terceras personas en el hecho: “… de haberse tratado de un disparo autoinfligido y en soledad, la caída del cuerpo al suelo la habría movido del lugar, arrugado y/o plegado”.
El paño verde. Diego Lagomarsino, el empleado informático que le entregó el arma a Nisman, declaró que estaba envuelta en un paño verde cuando se la dio. Al lado de las manchas de sangre que se ven en las imágenes capturadas por la Policía Federal hay un paño verde.
Sangre en la mesada. Se trata de una larga línea de gruesas gotas de sangre encimadas y que están ubicadas sobre la mesada del baño, junto al lavatorio. Para la Justicia es clave en la interpretación del hecho.
VERSIONES CONTRAPUESTAS
A pesar de las conclusiones a las que arribó la Justicia, hay distintas interpretaciones sobre las pruebas halladas
La hora de la muerte
La hipótesis de la justicia federal
La pericia de Gendarmería concluyó que no había rastros de actos defensivos por parte de Nisman y aludieron al hallazgo de ketamina en baja concentración. Este peritaje es el principal elemento en el que se basa la fiscalía para sostener que a Nisman lo mataron.




Gendarmería dijo que a Nisman lo golpearon, lo drogaron con ketamina y lo trasladaron al baño. Lo pusieron de rodillas frente a la bañera con el torso erguido y la rodilla derecha apoyada en el piso, mientras un atacante lo sostuvo y el otro le disparó.
Las manchas de sangre en la mesada se deben a lo que los forenses llaman “backpattern”, un rociado de sangre que se proyecta por el orificio de entrada cuando ingresa el proyectil. La forma de la mancha indica que el disparo no fue desde 1,80 m (la altura de Nisman) sino desde más abajo.
De acuerdo al informe de Gendarmería el cuerpo fue acomodado por los atacantes en la posición en la que fue hallado en el baño.
Del informe de Gendarmería también se desprende que la trayectoria interna en zona cavidad craneal es de atrás hacia delante, de derecha a izquierda ligeramente de abajo hacia arriba.
Consideraciones de los otros informes
El peritaje hecho por el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, que presentó su informe en mayo de 2015, concluyó que no había elementos para sostener la participación de terceras personas en la muerte del fiscal. Así lo informaron 13 de los 15 peritos, con la sola disidencia de los peritos de la familia de Nisman.
Los peritos oficiales advirtieron que ellos no podían descartar ninguna hipótesis y que no les correspondía hacer la calificación legal del hecho, pero afirmaron que no habían encontrado ningún indicio que les permitiera sostener con rigor médico que se hubiera tratado de un homicidio.




En el estudio toxicológico del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema no se encontró ketamina. No hallaron pruebas de que Nisman hubiera sido drogado y entendieron sobre los golpes que tenía que no podía afirmarse que fueran recientes.
La defensa de Diego Lagomarsino planteó que la mancha de sangre en la mesada es producto de un mecanismo combinado con la salida de sangre desde el orificio de entrada y la expulsión de la sangre a través de la boca.
El cuerpo cayó hacia atrás y quedó en la posición en la que fue hallado en el baño. Los peritos que hicieron la autopsia determinaron la ausencia de patrones que pudieran indicar su traslado. También descartaron la manipulación de objetos o el desplazamiento de personas por el interior del baño.
En la Morgue Judicial se determinó que el disparo fue de derecha a izquierda, ligeramente de adelante hacia atrás y ligeramente de abajo hacia arriba.
Fuente: La Nación

