Síntesis Política: La fiesta de la democracia
Fue una semana confusa, repleta de hechos importantes y menores, verdaderos o falsos, pero, sin lugar a dudas, influidos fuertemente por las próximas elecciones.
A decir verdad, los de septiembre, son comicios que nada definen para el funcionamiento de las instituciones. Se trata de las denominadas PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias).
Allí los ciudadanos deciden quienes serán los candidatos que participarán, ésta vez sí, en la elección de legisladores nacionales que se realizarán en noviembre.
Pero la Argentina es ansiosa. Además, el coronavirus se mantuvo como única prioridad durante casi dos años y, aunque la pandemia no se terminó, ni mucho menos, ahora se puede hablar de otra cosa.
La discusión política ocupa las primeras planas y todos prefieren, sin ninguna duda, protestar, debatir, mostrar candidatos, plantear ideas, que seguir hablando sobre cepas, combinación de vacunas, testeos, fallecidos y muertos.
El presidente Alberto Fernández entregó la vivienda número 20 mil construida desde que inició su gestión. El acto coincidió con el día del denominado “padre de la patria”, José de San Martín.
Recordando las palabras del “Libertador” el primer mandatario finalizó su discurso diciendo: “Seamos libres, lo demás no importa nada y, estemos unidos, porque unidos somos invencibles”.
Ya en plena campaña, hablo la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner quien denunció la “cacería de opositores” que se hizo durante el anterior gobierno”.
Dijo que esto fue posible “en complicidad con jueces” y a través de “mesas judiciales”.
La ex presidenta se preguntó dónde estaban quienes hoy hablan de República cuando se “perseguía y encarcelaba a opositores sin juicio”.
“Hoy me vienen a hablar de la República y los que conformaron mesas judiciales están prófugos.
En cambio, ninguno de nosotros se fue para eludir la justicia, todos pusimos la cara y el cuerpo. Y nos vienen a dar lecciones de República: República de morondanga”, dijo en referencia al gobierno de Mauricio Macri.
Muy activos estuvieron Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, mostrando que el Frente de Todos, elegido por el voto popular y que gobierna la Argentina, se encuentra más unido que nunca.
Hubo fotos, hubo piedras, falsas noticias, verdaderas, un festín real, otro de pirotecnia verbal que no vale la pena detallar ya que todo está contagiado de proselitismo. Cada uno dice sus cosas y todo vale, aún la mentira, en pos de conseguir un voto.
El gobierno intenta llevar el mensaje de “transformar la realidad con equidad” contrastándola con la exhibida por el gobierno de Mauricio Macri que dejó al país con un endeudamiento de 45 mil millones de dólares con el FMI.
“Estamos al lado de los más postergados”, afirmó el presidente y advirtió que, de lo contrario, “no hay manera de equilibrar la balanza, en la que algunos ganan mucho y muchos pierden mucho”.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió que las fallas o errores de los gobiernos populares se “magnifican y exacerban para irritar e indignar”, mientras en el pasado se ocultó “descarada y ostensiblemente la entrega de un país y el endeudamiento sin límites”.
Voces del oficialismo se levantaron. Un funcionario explicó que durante la pandemia el gobierno ha “tratado de defender la vida mientras que ahora será el tiempo de levantar la economía y generar empleo”.
En esa línea, la titular del PAMI (obra social estatal de jubilados y pensionados), Luana Volnovich, dijo que en los próximos comicios “están en juego dos modelos de país en pugna”.
“Soy directora de un organismo que cuando asumí tenia deuda y esa plata no estaba en ningún lado. Eso pasa también con la deuda de la Argentina, y es importante que la gente no se olvide”.
“La diferencia es endeudarte para hacer un hospital o para la timba financiera”, explicó.
La vicepresidenta Cristina Kirchner sostuvo que “es posible revertir las más profundas crisis y emerger” y aseguró: “La vida que queremos la vamos a volver a tener”.
“Cuando un Gobierno se compromete firmemente con el bienestar de su pueblo les aseguro que es posible porque ya lo hicimos”, finalizó
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que el país “no vive un rebote, sino una recuperación de la economía y del empleo”.
La oposición decidió integrar a su campaña proselitista a Mauricio Macri. Algunos de su mismo espacio sostenían que no era prudente ya que el ex presidente les restaba votos. “Mejor esconderlo”, decían.
Es más, el gobierno consideró probada la participación del expresidente en el golpe de Estado cometido contra Evo Morales en Bolivia en 2019 y amplió su denuncia ante la Justicia.
Presentó documentos y registros oficiales sobre reuniones mantenidas en la Casa Rosada por funcionarios de Cambiemos en los días que se gestionó el traslado ilegal de armamento al país vecino, atravesado por una forzada crisis institucional.
Sin embargo, ni los hechos, ni la información sobre ellos, parece importar en la Argentina electoral.
En septiembre, para la vida institucional del país no se elige nada.
Sin embargo estos comicios se han convertido en una especie de plebiscito para aprobar o desaprobar la gestión del gobierno.
Se vota por el sí o por el no al gobierno de los Fernández- Fernández.
Todo lo demás, poco interesa.