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7 días de política: Argentina se blinda

Estamos ante el peor momento de la pandemia. El gobierno decidió volver a Fase 1, como hace un año. Por nueve días la Argentina se blinda. En estos días hubo un nuevo y triste récord: 39652 personas fueron reportadas con coronavirus en una jornada.

Con estas cifras suman 3.411.160 los contagiados desde el inicio de la pandemia. Además, la cantidad de fallecidos asciende a 73 mil muertos. 12 millones de personas ya fueron inmunizadas y se espera recibir alrededor de 4 millones de nuevas dosis en los próximos días.

El gobierno nacional profundizó las medidas vigentes destinadas a detener la cantidad de casos intentando evitar que el Covid 19 se siga propagando. Puso en marcha un importante confinamiento.

Se trata de normativas más exigentes y con mayor cantidad de controles, pero según la ministra de Salud, Carla Vizzotti, “nada sirve si la gente luego no cumple”.

Para la funcionaria “hay medidas que están vigentes pero no se están cumpliendo”. Agregó que el Gobierno nacional insiste en transmitir la importancia de “evitar reuniones sociales y encuentros en lugares cerrados, pero se sigue haciendo”.

Y mientras la pandemia sigue dando muestras que no se detiene, más tímidamente la política en medio de un año electoral, tampoco.

El presidente Alberto Fernández ya en tono de campaña destacó que Argentina “empieza a moverse y se vuelve a recrear el empleo”

“Es una buena noticia que varios argentinos tengan la posibilidad de acceder a la casa propia a créditos a tasa cero. Vamos a seguir dando estos préstamos a medida que consigamos tierras en los municipios y en las provincias”, remarcó.

Al referirse al crecimiento exponencial de contagios por coronavirus, Fernández aseguró  (sin nombrar a Macri) que la situación “tiene que llamar a la reflexión y entender que hay muchos cantos de sirena que hablan de la necesidad de ser libres” y manifestó que “esa libertad a la que invocan nos llevan a los contagios y a la muerte”.

Mientras, la Cámara de Diputados aprobó por 223 votos a favor contra tres rechazos y ocho abstenciones y giró al Senado un proyecto consensuado entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio para postergar por un mes las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y las elecciones legislativas, debido a la segunda ola de contagios de coronavirus.

El proyecto, que deberá ser analizado ahora por el Senado, establece que se trasladan las PASO del 8 de agosto al 12 de septiembre y las generales del 24 de octubre al 14 de noviembre, en la cual se elegirán 127 diputados y 24 senadores.

A medida que se acercan los comicios, crecen las divisiones en la alianza opositora Juntos por el Cambio, con internas que van tomando forma, egos en juego y presiones cruzadas por lugares en las listas.

Esta semana, dos sectores en tensión que cruzan transversalmente al conglomerado opositor quedaron en evidencia cuando la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, recibió en su quinta a los representantes del ala “moderada”: el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; su vicejefe, Diego Santilli, y la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.

Casi a la misma hora, el expresidente Mauricio Macri se mostraba en sus oficinas de Olivos junto a la presidenta del partido PRO, Patricia Bullrich, figura central de la vertiente “dura” junto al propio Macri, y juntos recibían a los líderes del PRO de la provincia de Salta para avanzar en el armado electoral en esa provincia.

Hace rato que Macri no es parte del círculo cercano de Carrió, mientras la relación de la referente de la Coalición Cívica con Rodríguez Larreta y Vidal pasa por su mejor momento, con quienes comparte reuniones -presenciales o virtuales- regularmente, en un plazo habitual de 15 días.

Además de jugar fuerte para que sus alfiles ocupen lugares en las listas, Carrió tiene otro tema que la ocupa: la crucial candidatura en la provincia de Buenos Aires para estos comicios legislativos de medio término, y quizás esa preocupación, compartida por Macri, sea por estos días el único punto de encuentro entre ellos.

María Eugenia Vidal no descarta postularse en la CABA -para sumarse así a la larga lista de candidatos expectantes- pero también podría hacerlo en territorio bonaerense, donde ya se desató una guerra sorda entre Rodríguez Larreta, que pretende imponer en el distrito la candidatura de Santilli, contra los intendentes de PRO, con el alcalde de Vicente López Jorge Macri a la cabeza, quienes ya advirtieron que no tolerarán el salto de otro porteño al distrito electoral más poblado y complejo del país, como sucedió con Vidal en 2015.

A ese panorama hay que sumar la pata peronista de Juntos por el Cambio, que conduce el extitular de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, quien también aspira a una candidatura propia en suelo bonaerense, apoyado por su tropa.

Entre todas estas variables, y aun sin una definición firme sobre 2021, Vidal comenzó a escuchar el pedido de su sector para ensayar una candidatura presidencial para 2023, para lo cual esboza una separación incipiente del padrinazgo de Rodríguez Larreta, su principal competidor para ese puesto, salvo que Macri sorprenda con un regreso, y busque tener un segundo mandato.

Pero junto a la pandemia, es la economía quien más preocupa a los argentinos. En los últimos 12 meses la canasta básica de alimentos se incrementó en un 50%. A raíz de ello se conoció un proyecto de ley que establece la eliminación del cobro del IVA para las carnes y alimentos de la canasta básica hasta el 31 de diciembre de este año en todo el país.

Fue presentado por el senador nacional aliado del oficialismo Alberto Weretilneck quien planteó que la iniciativa podrá ser prorrogada por seis meses e incluirá, en caso de ser aprobada, carnes, frutas y verduras, aceites, azúcar, harinas, huevo, leche y yerba, entre otros.

“La eximición del IVA a la canasta básica de alimentos es una cuestión de justicia para que las familias con bajos ingresos no abonen el 21% del IVA cuando compran lo elemental para sobrevivir”, expresó el senador.

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