El escándalo de los seguros: La filtración de chats involucra a 13 exministros y exfuncionarios de Alberto Fernández
De las conversaciones entre María Cantero, Héctor Martínez Sosa y Alberto Fernández surgen implicados por haberlos presuntamente asistido en obtener más pólizas de seguros, lo que los complicaría en la investigación por direccionamiento
LA NACION
En las últimas 72 horas estallaron los teléfonos de los imputados en la causa donde se investiga el negocio de los seguros de organismos públicos durante el gobierno de Alberto Fernández. También se encendieron alertas entre varios exfuncionarios. Muchos aseguran que se desató una guerra entre las partes involucradas en la denuncia. Sin embargo, las motivaciones que desataron la confrontación son dudosas.
En la Justicia aseguran que no se esperaban llamados a indagatorias para los próximos días y que hace dos meses que hay pocos movimientos en el proceso judicial. Las partes tienen acceso a los chats que se dieron a conocer desde antes de la feria judicial y cuyas filtraciones causaron un escándalo.
Hay por lo menos 13 exministros y exfuncionarios que resultan salpicados por las conversaciones entre María Cantero, exsecretaria de Alberto Fernández, y Héctor Martínez Sosa, su marido y broker de seguros. Los indicios muestran la intención por conquistar nuevas pólizas de seguros, incluso algunas, como Fabricaciones Militares, que habían “perdido” en otras gestiones. Los chats dan cuenta de las gestiones que hacían con distintas personalidades para obtenerlos. En algunos casos, sus intercambios indicarían que los exfuncionarios a los que se refieren accedieron a sus pedidos. Este es un punto clave de la investigación judicial, que busca probar que hubo direccionamiento en los contratos. El primer involucrado es Alberto Fernández, que respondió que se “ocupaba” frente a la queja de María Cantero porque le estaban sacando el contrato de Cancillería a su marido.
En Comodoro Py no descartan nuevas imputaciones. Entre los principales implicados está Gabriel Katopodis, exministro de Transporte y actual ministro de Infraestructura en la provincia de Buenos Aires. El primero de julio de 2021, Cantero le asegura a su marido: “Me acaba de decir Kato que lo que le pediste de Corredores Viales ya está”. “Que cualquier cosa lo llames”, añadió. La coincidencia que complica aún más al exfuncionario es que los documentos a los que accedió LA NACION en marzo comprueban que, para ese entonces, Martínez Sosa no contaba con esa cartera y que la obtuvo después de esta conversación con su mujer. La coincidencia evidente es que en 2022, su empresa empezó a facturar por esa entidad ($348.284 ese año y unos $29 millones el siguiente).
Sobre Andrés Severino, comandante general de la Gendarmería, hay decenas de conversaciones. Martínez Sosa se reunió con el funcionario y con su segundo múltiples veces e intercambiaron varios regalos. En los informes aportados a Julián Ercolini, el juez a cargo de la causa, se da cuenta de que tanto la firma Bachellier SA, asociada al empresario, con la propia compañía de Martínez Sosa, cobraron $1.363.649.059 y $254.091.184 respectivamente durante los cuatro años de gestión.
También despertó suspicacias la sede de Bachellier era un departamento que no se correspondía con el tamaño de sus negocios.
Respecto de Juan Manuel Olmos, vicejefe de Gabinete de Fernández, Cantero le cuenta a su marido en 2019 que él le había conseguido seguros de la Ciudad a Pablo Torres García, otro de los imputados en la causa y competidor de Martínez Sosa. “TRAIDOR” le contesta su esposo. “Le dije que no somos amigos de ese señor y me dijo que es bocón. ¿Querés que se los saquemos? Me preguntó si tenés el Consejo de la Magistratura. Sosa: “Si se puede saquémosle todo!!!!!!!!! No, no tenemos el consejo”. En otra ocasión, Cantero le dijo a Alberto Fernández que su esposo iba a hablar con Juan Manuel Olmos para que prevenga que le quiten una póliza de Cancillería.
Fabricaciones Militares, la Armada y los contratos del Ministerio de Defensa eran otro foco para la pareja conformada por Cantero y Martínez Sosa. Cantero le sugiere a su esposo instarle al expresidente a hablar con el ese entonces titular de la cartera, Agustín Rossi, para recuperar la póliza. “Me pregunta Rossi como te fue con el pibe de fabric Militares?”, le consulta a principios de 2020. Parecía ya haber un acuerdo sobre su designación, pero se frustró cuando Rossi dejó el cargo, en 2023.
En 2021, Martínez Sosa da a entender en una conversación que Iván Durigón, el entonces presidente de la empresa estatal, lo había contactado por la gestión de su mujer. El matrimonio reaccionaba rápidamente a los cambios en el gabinete para beneficiar su negocio. Cuando lo reemplazó Jorge Taiana en Defensa, Cantero le sugirió “decirle algo”. Su esposo contestó que le transmitan que ya tenían “los seguros de Fabricaciones Militares”. También pidió que le transmita que había tenido “contacto con el presidente de FFMM anterior, que estábamos por cerrar el nuevo nombramiento de asesor de seguros y justo Rossi se va”.
Matías Kulfas, exministro de Desarrollo Productivo, también está mencionado. Las conversaciones filtradas hasta el momento muestran que Martínez Sosa quería reunirse con él en 2021, pero su esposa le avisó que estaba “guardado” por covid-19. Ante la imposibilidad de juntarse presencialmente, acuerdan que el empresario lo llame y le mandó un mensaje. Desde el entorno de Kulfas aseguraron que no hubo acuerdos para seguros de su ministerio.
Aunque menos conocido, un funcionario del entorno más cercano al expresidente pueden verse complicado por estas conversaciones. Se trata de Daniel González, quien gestionaba la Quinta de Olivos, recibió múltiples regalos por parte de la pareja, como un reloj Tag Hauer de US$1800 y almorzaba con Martínez Sosa regularmente. Los chats -y fuentes de la administración anterior de la residencia presidencial- dan cuenta de que era él el que facilitaba ingresos sin registro, siendo que la quinta tiene entre 10 y 12 accesos y no todos son custodiados por Casa Militar.
El segundo que aparece mencionado es Nicolás Ritacco, quien fue director General de Audiencias Presidenciales y subsecretario de Asuntos Políticos de la Presidencia y, en los chats, se da a entender que también los asistía en la residencia de Fernández. Sin embargo, fuentes cercanas a la gestión anterior advierten que Rodríguez y Ritacco no tenían una buena relación y el segundo ingresó gran parte de los cuatro años a pie a la quinta, dejando su vehículo afuera.
Entre otros mencionados están Alberto Pagliano, expresidente de Nación Seguros, amigo de Fernández desde la década de los 90, conocido de Martínez Sosa desde ese entonces e imputado en la causa. También mencionan a Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia y Juan Pablo Biondi, exsecretario de Comunicación y Prensa de la Presidencia.
Al principio de la gestión, Martínez Sosa tan solo tenía las pólizas de seguros de la Corte Suprema y el Fondo Nacional de las Artes. Empezaron con dos y terminaron con 18. Para el final del gobierno -y sin contar los contratos de sus empresas satélites- sumó los de Gendarmería Nacional, Ministerio de Seguridad, de Turismo y Deportes, de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, de la Policía Federal Argentina, la Superintendencia de Bienestar de esa fuerza, la Prefectura Naval y Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible en 2021. En 2022, añadió a su cartera los del Banco Central, Corredores Viales, Universidad de Buenos Aires, Casa de la Moneda, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Incucai. El último año de gestión obtuvieron los de la Dirección Nacional de Vialidad y de la Superintendencia de Servicios de Salud.
Fuente: La Nación